La dirección deportiva del Real Madrid lo tiene muy claro. La prioridad es asegurar el futuro. Para ello, en los últimos años, viene fichando a jóvenes jugadores para que se consoliden poco a poco, y de esa manera garantizar el relevo generacional. Los Asensio, Vallejo, Kovacic o el reciente Theo Hernández son el reflejo de la nueva filosofía del club.
En ese sentido el club está trabajando bien. Es una apuesta decidida que se opone a la seguida en otras épocas en las que se fichaba a jugadores contrastados a precios desorbitados. El Real Madrid quiere formar a cracks y ahorrarse esos traspasos millonarios de antaño. Muchos pensareis que pagar 30 kilos por Theo no es una opción precisamente barata. Si lo vemos desde otra perspectiva si puede parecer un fichaje muy interesante, ya que hablamos de un jugador con un futuro brillante. Personalmente, le encuentro cierto paralelismo con la llegada de Sergio Ramos al Real Madrid. Apenas una temporada en la elite y una jerarquía en el juego impropia de su corta edad. El tiempo dirá si la operación resulta igual de fructífera. Tendremos que esperar.
Todo no es color de rosa. El lunar a esta política de fichajes es Odegaard. El mediapunta noruego, por el que se peleó media Europa, no termina de arrancar y su cesión en la Eredivisie tampoco le está sirviendo como trampolín.
En todo caso, en las oficinas blancas está subrayado en rojo asegurar el futuro y rejuvenecer la edad media de la plantilla. La estrategia, de momento, da buenos frutos.
Elpuntosobrelajota
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