EL CAMINO A LONDRES SE ESTRECHA

La Euroliga se acerca a su punto álgido. Ocho equipos pelean por las cuatro plazas disponibles para la Final Four. Entre esos equipos se encuentran los tres equipos españoles que continúan en la competición (Barcelona Regal, Real Madrid y Caja Laboral). Le siguen en el trayecto final del viaje rumbo a Londres: los clásicos griegos (Panathinaikos y Olympiakos), el gigante ruso (CSKA Moscú), el siempre competitivo (Maccabi Tel Aviv) y un “nuevo rico” procedente de Turquía (Efes Pilsen). Analizamos los emparejamientos de cuartos de final. Se disputan en series al mejor de cinco partidos.

Regal Barcelona-Panathinaikos. Todo un clásico de los últimos años. Hace dos años los griegos apearon a los blaugranas de la lucha por el título final. Duelo de genios entre Navarro y Diamantidis, dos de los jugadores más destacados de la última década en la competición. A priori, los azulgranas con ventaja de campo son los favoritos. En la jornada de ayer se llevaron en la prórroga el primer envite de la eliminatoria.

CSKA Moscú-Caja Laboral. Los vitorianos quieren volcar las apuestas para deshacerse de uno de los ogros de la competición. El CSKA Moscú cuenta con una de las plantillas más completas, en la que destacan nombres como Teodosic, Krstic o Khryapa. Todos ellos bajo la dirección de Messina, un comandante con mucho caché en la Euroliga. El Caja Laboral tiene sus opciones. El buen hacer de Lampe, Nocioni y Nemanja Bjelica, principales bazas de los chicos de Zan Tabak.

Real Madrid-Maccabi. Otro enfrentamiento con tintes históricos. El Maccabi, pese a completar una temporada irregular en Europa, sigue siendo un equipo correoso y competitivo. Ha sido una de las bestias negras del Real Madrid en los últimos años. Por su parte, los blancos parten con el factor cancha a su favor y con mucha hambre de títulos. Sus últimas derrotas en la competición han generado algunas dudas. Rudy Fernández asumirá los galones.   

Olympiacos-Efes Pilsen. La ronda más igualada de los cuartos de final. Los griegos, vigentes campeones de la competición, son toda una incógnita. El año pasado dieron la sorpresa cuando nadie apostaba un euro por ellos. Spanoulis y Kyle Hines son sus principales baluartes. Enfrente espera un bloque anárquico y repleto de talento. El Efes Pilsen, configurado a base de talonario, es un equipo imprevisible. Su arma más letal es su poderío ofensivo.