ERASMUS POCO Y CON WERT MENOS

La beca Erasmus no pasa por su mejor momento. En una situación donde se tiende a poner en una balanza los gastos, una de las ayudas más significativas del Ministerio de Educación se reduce. La nueva fórmula del Gobierno es una especie de revestimiento. Mantenemos el mismo número, pero reducimos el tiempo de estancia. Mantener la cantidad en detrimento de la calidad. El nuevo modelo de beca está previsto para un semestre. Seis meses parece poco teniendo en cuenta el periodo de adaptación que suele llevar el proceso de cambio de país. Antes se otorgaban con carácter anual.  

Una losa más para el ministro Wert (el político peor valorado del actual equipo de Gobierno). Ya ha tenido que aguantar más de un desprecio en actos públicos, y visto lo visto, la lista de desencuentros aumentará. Quizás el principal problema de todo esto es la poca conexión que existe entre Gobierno y Universidad. Dos instituciones básicas que no encuentran un modelo de acuerdo común. Como siempre ocurre en estos casos, el ciudadano de pie es el más perjudicado.  Pagar más tasas, rozar la excelencia para conseguir becas, disfrutar de menos derechos…

El próximo curso tendremos 40.000 erasmus universitarios y de Formación Profesional Superior, igual que este año, pero residirán la mitad de tiempo en el extranjero. Lo único positivo es que se mantiene el mismo número de becados, aunque la reducción de tiempo es un hándicap importante. La adaptación a un nuevo entorno lleva su tiempo. Muchos de ellos tendrán que volver cuando más asentados estén en sus destinos. El presupuesto pasa de los 34 gastados este curso a los 18 millones que se dispondrá para el venidero. En cambio, lo destinado por Bruselas aumenta un 4,3% (2,2 millones), hasta 53,4 millones.  

Las nuevas becas se han visto lastradas por la reducción presupuestaria. Los becados recibirán 250 euros de media mensuales. Es un importe que puede variar según el país de destino. Dependerá del nivel de vida del país al que vayan, incrementándose la cuantía hasta 300 euros para los países en los que sea más caro vivir. Los estudiantes con necesidades especiales o rentas familiares bajas percibirán 100 euros adicionales. Los alumnos procedentes de Canarias tendrán una ayuda que oscila entre 650 y 750 euros por su condición de periféricos.