ESPAÑA, EN RETROCESO DEMOGRÁFICO

España pierde población. Por primera vez desde 1996, los datos del padrón sufren un retroceso demográfico. El 1 de enero de 2013 había 47.059.533 personas inscritas, lo que supone 205.788 menos que un año antes. Esto se debe principalmente a la emigración extranjera. Parece que las tornas van cambiando. Hemos pasado de recibir inmigrantes a ser un país que exporta emigrantes a otros estados (aunque ahora nos estamos refiriendo al éxodo de extranjeros, no podemos pasar por alto el grado de emigración juvenil con el que contamos en nuestro país).

Debido a ello, el número de extranjeros censados se redujo en 216.125 personas (3,8%) en 2012. Ahora los extranjeros que residen en España suman un total de 5.520.133. Según los datos del INE, el 11,7 % de los empadronados en España son extranjeros, siendo 2,4 millones procedentes de países de la UE. El INE comenta que desde que se empezaron a publicar las cifras oficiales de los padrones, la población había aumentado todos los años, debido a la inscripción de extranjeros (pasamos de 923.879 en el año 2000 a 5.747.734 en 2010).  

De todo esto, se pueden extraer varias conclusiones como colofón final. Los extranjeros ya no nos ven como ese lugar ideal para aterrizar aquí (por la vía que sea) y dejarlo todo en sus lugares de origen. Muchos extranjeros se han visto obligados a abandonar España ante la imposibilidad de salir adelante. La realidad es dura. Si a un español le cuesta encontrar un empleo, para un inmigrante esa tarea se complica (a excepción de trabajos infravalorados y pésimamente remunerados).