LO QUE SE PIERDE CON DI MARÍA

La salida de Di María del Real Madrid es cuestión de días. Eso es, al menos, lo que se deduce de su “no” convocatoria para el partido de vuelta de la Supercopa. Una noticia que estaba cantada desde inicios de verano y que dejará al Real Madrid sin uno de los jugadores más destacados de la temporada pasada. Las actuaciones del argentino fueron determinantes para la consecución de la Copa del Rey y la Champions League. En la final de Lisboa fue nombrado MVP mostrando un despliegue físico descomunal a lo largo de los 120 minutos de partido. 

Con la marcha del internacional argentino el Real Madrid pierde mucho más de lo que gana. Las arcas blancas recibirán una importante cantidad por su traspaso, pero en el plano deportivo el equipo pierde a una pieza básica. Ya estuvo a punto de salir la temporada pasada. La salida de Ozil y la confianza de Ancelotti y sus compañeros de equipo (Cristiano Ronaldo, entre otros) fueron claves para retenerlo. Ahora no hay marcha atrás. La decisión está tomada.

Di María es un jugador diferente. Un centrocampista ofensivo que ha demostrado que es capaz de actuar perfectamente como volante en el 4-3-3. Sus piernas y su capacidad física le convertían en un jugador franquicia para ese estilo de juego. Sus idas y vueltas, asistencias, desbordes y goles se echarán de menos en el Santiago Bernabéu. Sin “El Fideo”, el Real Madrid se queda sin un recurso hábil y efectivo a la hora de abrir el campo y lanzar centros medidos a los delanteros. Su capacidad para desatascar partidos, véase como ejemplo el partido de ida de la Supercopa, también se echará en falta. Además, Di María abandonará el Real Madrid cuando ha alcanzado su plenitud futbolística. Una pena. Un error grave del club de Concha Espina.