MÁS SOBRE EL CASO "MADRID ARENA"

Ya ha recibido el juez del caso “Madrid Arena” el primer informe emitido por el Grupo V de Homicidios. En primer lugar, las fuentes policiales, que han examinado los vídeos de las cámaras del recinto, apuntan que el origen de la avalancha no fue una bengala. De ser así, se desmontaría la teoría inicial que señalaba el lanzamiento de bengalas como el punto de partida de la tragedia.

Los investigadores ponen todas sus miradas en dilucidar las causas que permitieron la entrada masiva de jóvenes en el momento que iba a dar comienzo la actuación del dj Steve Aoki, principal reclamo de la celebración. La Policía afirma que la causa de la avalancha se produjo por este motivo. En ese momento, el pasillo se convirtió en un tapón mortal en el que confluyeron la entrada y salida de jóvenes. El hacinamiento de personal se debió a un aforo desmesurado. Lo que en un principio iba a ser una fiesta para 9.000-10.000 personas se duplicó hasta alcanzar los 20.000 asistentes. Uno de los djs que actuó en el Madrid Arena esa noche publicó en una red social que 15.000 personas disfrutaban del festival de música electrónica. Curiosamente, minutos después ese tweet fue borrado.  

Pese a esta hipótesis, la Policía Científica sigue analizando los restos de la bengala encontrada durante la primera inspección. El artefacto está muy deteriorado. Por ello, se está tratando con productos químicos que permitan la realización de la prueba lofoscópica. A partir de esta prueba se puede hallar las huellas dactilares de la persona que lanzó la bengala.

Todas las miradas focalizan ahora en la figura de Miguel Ángel Flores. Es la cabeza visible de la empresa Diviertt, la organizadora de la macrofiesta. Este empresario tiene una peculiar historia a sus espaldas. Empezó controlando pequeñas discotecas de la capital hasta convertirse en uno de los jefes de la noche madrileña. Recibe trato de favor por parte de varios cargos del Ayuntamiento de Madrid y mantiene deudas con particulares, empresas y organismos (Seguridad Social). Su perfil huele a quemado. Aún así, sigo sin entender como una empresa que adeuda cantidades millonarias a la Seguridad Social recibe los permisos del consistorio madrileño para organizar una fiesta de tal envergadura.