Periodismo, deportes y actualidad

SOBRE LO ACONTECIDO EN NEWTOWN

17.12.2012 18:26

 

 

Tener 21 años, estar en posesión del carnet de conducir y rellenar un formulario son generalmente los requisitos que piden en EEUU para portar un arma. Cada estado tiene su propia reglamentación sobre armas, siendo parte común en la mayoría de los casos las tres premisas mencionadas. Teniendo en cuenta estos criterios es relativamente sencillo que cualquier ciudadano posea armamento en casa.

 

Una matanza común. Cambia los escenarios, cambia el perfil de las víctimas, pero la raíz sigue siendo la misma. Personas aisladas de la sociedad, con grandes problemas para relacionarse con los demás y con alguna patología que deciden destrozar la vida de multitud de personas. Aquí encuadramos a Adam Lanza, el joven estadounidense que el pasado viernes cometió una de las matanzas más crueles de la historia. En este caso, el lugar fue una escuela de primaria de Newtown. De nuevo, un lugar plácido se populariza por un macabro crimen. Adam Lanza se deshizo de 20 niños, 7 adultos (personal docente de la escuela y su propia madre) para después pegarse un tiro y poner fin a su plan de asalto.

 

Víctimas. 20 jóvenes de edades comprendidas entre los 6 y 7 años fueron asesinados brutalmente. Es difícil imaginar una matanza más cruel y despiadada. El asesino se ensañó con ellos, disparó varias veces y abrió fuego contra toda persona que se cruzaba en su camino. De esa forma, perdieron la vida 6 personas adultas que trabajan en el centro escolar. Intentaron hacer proteger a los niños y hacer frente al homicida, pero su esfuerzo fue inútil.

 

Tradición armamentística. Hablando con un amigo sobre lo ocurrido sacamos una conclusión común: estas cosas sólo ocurren en EEUU. Sobre este tema se puede debatir y seguro que las opiniones pueden encontrarse o diferir. Es de sobra conocida la tradición existente en EEUU con el mundo de las armas. Muchas familias se van los domingos a practicar a los campos de tiro o participan en festivales como si de una merienda de fin de semana se tratase. Un arraigo que tiene sus riesgos, y que implica que los jóvenes tengan su primer contacto con las armas a edades muy tempranas.

 

¿Y ahora qué? Se han destrozado muchas familias. El daño cometido es irreparable. Tendrán que pasar años para que Newtown recupere su normalidad habitual. Ahora es el momento de realizar investigaciones y de poner sobre la mesa las medidas necesarias para que casos así no vuelvan a producirse. Cambiar la legislación de armas es una medida prioritaria para poner punto y final a estos trágicos episodios.  

© 2011 Todos los derechos reservados.

Haz tu página web gratisWebnode