SÓLO UN PARTIDO DE FÚTBOL

Con estas palabras Tito Vilanova ha querido apaciguar el aire político que desde varios sectores de barcelonismo  se le ha otorgado al clásico del fútbol español. Palabras acertadas y oportunas del técnico blaugrana. Esto es deporte y nada más.

El encuentro está marcado por las bajas en defensa del Barcelona. Sin Puyol y Piqué la consistencia defensiva del equipo baja enteros. Tito tendrá que improvisar con dos jugadores que no son centrales puros. Mascherano y Song, dos centrocampistas defensivos reconvertidos a centrales, serán los encargados de frenar los avances “merengues”. El Barcelona, que llega con 8 puntos de ventaja en la tabla clasificatoria, llega a este partido con menos urgencias que los blancos. Intentarán marcar el ritmo del encuentro a partir de su juego asociativo en la media. En esa faceta Iniesta, Xavi y Messi tendrán mucho que decir.

Por su parte, el Real Madrid visita el Camp Nou en su mejor momento de la temporada. La tristeza de Cristiano y los desencuentros en el vestuario forman parte del pasado reciente. Los resultados están llegando y los jugadores empiezan a estar cerca de su mejor nivel. Si logra superar el miedo escénico es un firme candidato a la victoria final. El equipo cuenta con todos sus efectivos disponibles. La duda principal reside en el inquilino de la mediapunta. Tres jugadores para un puesto. Mi apuesta es que jugará Ozil, sus buenos partidos en el Camp Nou le avalan, aunque no descarto la presencia en el once inicial de Modric o Kaka.

Un nuevo duelo en el camino hacia el Balón de Oro. Seguro que muchas miradas apuntan a esa guerra fría que mantienen Messi y Cristiano. Un partido que acapara la atención del universo futbolístico. Y como bien dijo Tito Vilanova, “sólo es un partido de fútbol”, por mucho que algunos pretendan que sea un enfrentamiento entre Cataluña y España.